Siempre las visitas al panteón me desagradan y me hacen sentirme lenta (extraño ¿verdad? Pero bueno, extraña soy) es tal vez el fuerte sol y el ambiente fúnebre.
Mi abuelo murió hace mucho, cinco o seis años no estoy del todo segura, de lo que realmente quiero escribir hoy es de él, de la idea que me queda de él y a la que trato de aferrarme a tal punto que en mi mente imagino lo que me diría actualmente si viviera o lo pongo como la única esperanza cuando siento que ya no hay nada o nadie más a que aferrarme.
Por lo tanto escribir de él me resulta muy difícil me disculpo si llego a repetir demasiado alguna cosa o a decir cosas con poca coherencia estoy escribiendo ignorando un poco a mi razón.
Volviendo al inicio, reitero las primeras líneas de este texto, no me gustan los panteones, realmente vamos muy poco a visitar la tumba de mi abuelo, cuando vamos mis padres la limpian y le ponen flores nuevas y luego mi mamá se sienta un rato y en voz demasiado baja le platica sus logros o metas. A mí la verdad me parecía una locura me niego a creer que mi abuelo sea solo polvo encerrado en un rectángulo de tierra y me sigo negando a eso. Lo que realmente cambio fue que dejo de parecerme absurdo lo que mi madre hacia.
La semana pasada acompañe a mi tío al panteón, se fue a hablar por teléfono y me quede sola sentada sobre la tumba de mí abuelo, no sé por qué extraña razón o motivo empecé a hablarle, a contarle acerca de lo que había hecho de mi vida y lo que había vivido en tan poco tiempo, grandes cambios difíciles de explicar, pero solo lo decía, explicaba todo con excesiva claridad, las palabras salían de mi boca de manera cuerda(cosa rara en mi) y van a pensar que ya me volví loca pero sentía que me escuchaba ,en ningún momento sentí estar hablando sola, que es lo que aparentemente hacía realmente fue un momento muy especial.
El fue un gran hombre, siempre apoyando a todo el mundo, cuando empecé mi adolescencia y tenia sueños que la mayoría de mi familia creía una locura o simples sueños de adolescente él me apoyo y me dijo que siempre luchara por lo que quisiera y cuando sintiera que todo estaba perdido y que estaba sola, que me recuperara y siguiera luchado por lo que quería y creía porque todo se puede lograr y el siempre me apoyaría.
Y así lo he hecho, se que aunque a veces lo que me planteo parezca una locura puedo cumplir esos sueños que ahora ya son metas y objetivos. Mi abuelo fue un gran hombre, el siempre creyó en mí, me hubiera encantado que me viera ahora, todo lo que he logrado, todo lo qué he cambiado y todo lo que soy. Sé que estaría orgulloso, y aunque ya no este físicamente siempre vivirá en mi memoria y en mi corazón…
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